La Ley 45 de 27 de enero de 2000 enmienda la Ley de Retiro para Maestros (Ley Núm. 218 de 1951) para establecer los cincuenta (50) años de edad como requisito para la renta anual vitalicia por retiro. Detalla los porcentajes de pensión según los años de servicio y la edad, y exige una contribución del 9% del sueldo mensual por un mínimo de cinco años para acceder a los beneficios.
(P. de la C. 2814)
Para enmendar el inciso
(b) de la Sección 19 de la Ley Núm. 218 de 6 de mayo de 1951, según enmendada, conocida como "Ley de Retiro para Maestros", a los fines de establecer los cincuenta (50) años de edad como requisito para obtener una renta anual vitalicia por retiro; establecer limitaciones a la aplicabilidad de dicho inciso; y para otros fines.
La Asamblea Legislativa de Puerto Rico está haciendo justicia al maestro, legislando en relación a la pensión y retiro de estos servidores públicos. A través de la historia los maestros han contribuido al desarrollo y fortalecimiento de los pueblos. Es necesario que el Estado reconozca la ardua labor que llevan a cabo nuestros maestros en beneficio de la sociedad. Esta medida va dirigida a atender esas necesidades de la clase magisterial, tomando en consideración la disponibilidad de los recursos del Estado.
El maestro siempre se ha distinguido como un servidor público muy sacrificado que en su hacer diario, han servido bien en las tareas que les ha correspondido desempeñar. Sin embargo, es necesario entender que las exigencias de los componentes de la comunidad a la cual sirve, al pasar de los años, van drenando y modificando su capacidad física e intelectual.
Cada año escolar una nueva generación estudiantil sustituye a la anterior, mientras el maestro, permanece como actor individual ante esos cambios, afrontando con dignidad su tarea asignada cada día. La mayor parte de nuestros maestros atienden diariamente alrededor de 150 jóvenes. Esta clientela joven requiere una energía y atenciones especiales por ser variada y diferente. Energía que con el tiempo va faltando a nuestros maestros. Esta legislación responde a la preocupación del maestro que nos advierte del peso que significa su ardua tarea en el salón de clases, la que al final del camino es casi insostenible.
Esta medida servirá de estímulo y reto al maestro que sirve en la sala de clases. Este permanecerá optimista al saber que tiene alternativas viables a su favor por el esfuerzo acumulativo de los años de servicios, los cuales transcurren con lentitud aparente a medida que se acerca a su retiro o jubilación.
Artículo 1.-Se enmienda el inciso
(b) de la Sección 19 de la Ley Núm. 218 de 6 de mayo de 1951, según enmendada para que se lea como sigue:
"Sección 19.-Todo maestro que se retire del servicio por años de servicios prestados tendrá derecho a que se le conceda una renta anual vitalicia que consistirá de:
(a) Aquella anualidad que pueda ser adquirida o comprada con sus cuotas acumuladas con interés compuesto y calculada de acuerdo con las tablas a las cuales se hace referencia en la sec. 12(j) de esta Ley; más
(b) (1) una pensión que proporcionará el Gobierno por cantidad suficiente para que unida a la anualidad dé una renta anual vitalicia igual al uno punto ocho (1.8) por ciento del promedio de los sueldos más altos durante tres (3) años multiplicados por el número de años de servicios prestados, si ha servido más de veinticinco (25) años y menos de treinta (30) y ha cumplido cincuenta (50) años de edad; Disponiéndose, que cuando el maestro tenga cuarenta y siete (47) años o más de edad pero menos de cincuenta (50) años de edad y más de veinticinco (25) años de servicio pero menos de treinta (30) años de servicios, se le concederá el noventa y cinco (95) por ciento de la renta anual vitalicia que le correspondería de haber ocurrido el retiro del participante a la edad de cincuenta (50) años; o (2) si el maestro ha completado treinta (30) o más años de servicios acreditables y no ha cumplido cincuenta (50) años de edad, tiene derecho a una pensión anual vitalicia igual al sesenta y cinco (65) por ciento del promedio de los sueldos más altos durante tres (3) años; o (3) si el maestro ha completado treinta (30) más años de servicios acreditables y cumplido cincuenta (50) años de edad, recibirá una pensión anual vitalicia igual al setenta y cinco (75) por ciento del promedio de sueldos más altos durante tres (3) años; o
Artículo 2.-Aplicabilidad Todo miembro del Sistema deberá contribuir al Fondo con el nueve por ciento ( $9 %$ ) del total del sueldo mensual que devengue por un período mínimo de cinco (5) años, de acogerse a los beneficios de esta Ley.
Artículo 3.-En caso de declararse inconstitucional cualquier sección, párrafo, cláusula o disposición de esta Ley, dicha declaración de inconstitucionalidad no afectará en forma alguna a los demás preceptos de la misma.
Artículo 4.-Toda ley o parte de ley en contravención con la presente, queda por ésta derogada.
Artículo 5.-Vigencia Esta Ley comenzará a regir a partir del 31 de diciembre del 2000.