Esta ley declara la segunda semana del mes de noviembre de cada año como la "Semana del Historiador" y el miércoles de dicha semana como el "Día del Historiador" en Puerto Rico. La ley busca reconocer la importancia de la historia y la valiosa aportación de los historiadores, instruyendo al Gobernador a emitir una proclama y al Departamento de Educación, la Universidad de Puerto Rico y el Instituto de Cultura Puertorriqueña a organizar actividades conmemorativas.
(P. de la C. 1574)
Para declarar la segunda semana del mes de noviembre de cada año y el miércoles de dicha semana como la "Semana del Historiador y el Día del Historiador", respectivamente.
La historia se define como el estudio del pasado, limitado, por lo general, a aquellos progresos y acontecimientos que fueron obra de los seres humanos o afectaron a la humanidad. El pasado se conoce por medio de la memoria, que se ve reducida a acontecimientos que ha presenciado quien los recuerda, por medio del relato de otras personas, y especialmente importante, por el historiador.
Algunos estudiosos diferencian la historia de la arqueología y ciencias afines por el hecho de que la historia depende primariamente de documentos escritos. La misión del historiador consiste en recoger los relatos o testimonios conservados de esa manera, examinarlos y sopesarlos para determinar su significado y validez.
Según el tipo de historia que se investigue se han ideado tres sistemas para establecer una amplia división del pasado. El más obvio es el del tiempo, que permite al historiador concentrarse en una edad determinada, la Antigua, Media, Moderna y Contemporánea.
En el mundo moderno, la gente, por lo general, dedica atención preferente a la historia de su propia nación o civilización. Otras se especializan en la historia de un estado o provincia, de una ciudad o de un grupo social. La tercera, amplia división, atiende a la clase de actividad que se estudia: por ejemplo, historia política, historia militar, historia comercial o historia de los deportes.
El hombre siempre ha demostrado interés por conocer su pasado. Muchos de los documentos más antiguos no sólo ofrecen materiales al historiador, sino también demuestran el interés histórico de sus autores y de su deseo de proporcionar a sus contemporáneos y a la posteridad una relación de los acontecimientos del pasado.
Las tradiciones occidentales consideran, generalmente, a Herodoto en el siglo V, antes de Cristo, como el padre de la historia. En su intento por averiguar los orígenes de las guerras entre los griegos y Persia, y el antagonismo entre Oriente y Occidente, recogía información fascinante sobre el mundo contemporáneo y el pasado de los distintos pueblos.
El historiador trabaja con todos y cada uno de los materiales que se conservan de edades precedentes, siempre que le provean alguna información sobre el pasado. La mayoría de los historiadores se interesan, principalmente, por los materiales escritos, los que encontrará preferentemente en bibliotecas o archivos. Con respecto a un pueblo o una época que apenas haya
dejado documentación escrita, los restos de edificios, utensilios y objetos artísticos constituyen las fuentes principales de información. Puede encontrar sus materiales en museos, en domicilios privados o dondequiera que se conserven los vestigios del pasado.
El historiador, cuando ha descubierto materiales para su tema, tiene que resolver algunas cuestiones preliminares antes de emplearlos. Muchos se reducen al problema de autenticidad.
La comprensión de la cultura y del trasfondo en que se ha formado el investigador mismo, cuando estudia su propia historia, se profundiza y aporta datos a la sociedad a la manera en que la memoria las aporta al individuo. El estudio de otras culturas amplía la perspectiva de la variedad de la conducta y pensamiento humanos y robustece la comprensión de la motivación humana.
Las actitudes frente a la historia y a las teorías sobre su curso y estudio plantearon los problemas acerca de su valor y utilidad. No obstante, se reconoce el valor incalculable de la historia y las diferentes culturas que han existido a través del tiempo.
Luego de muchos años de estar vacante la posición, la 12ma. Asamblea Legislativa designó a la doctora Pilar Barbosa viuda de Rosario como la Historiadora Oficial de Puerto Rico, en reconocimiento concreto de la función que realiza el historiador en nuestra sociedad. Con posterioridad a su fallecimiento, la 13ra. Asamblea Legislativa designó al actual incumbente, profesor Luis González Vale.
La importancia de la historia y la valiosa aportación del historiador a través de los siglos, merece nuestro reconocimiento.
Artículo 1.-Se dedica la segunda semana del mes de noviembre de cada año y el miércoles de dicha semana como la "Semana del Historiador y el Día del Historiador", respectivamente.
Artículo 2.-El Gobernador, mediante proclama que se anunciará por los medios noticiosos, exhortará a todo el pueblo puertorriqueño a rendir un tributo de simpatía y admiración a la labor de los historiadores en justo reconocimiento a su meritoria labor.
Artículo 3.-El Departamento de Educación, la Universidad de Puerto Rico y el Instituto de Cultura Puertorriqueña adoptarán las medidas necesarias para dar cumplimiento a los propósitos de esta Ley, mediante la organización y celebración de actividades a celebrarse durante la Semana y el Día del Historiador.
Artículo 4.-Esta Ley entrará en vigor inmediatamente después de su aprobación.